La primera vez que a Marcos se le cayó un diente, con apenas cinco años, me quedé sin palabras.
¡Lloraba y reía a la vez!
¿Como se puede manifestar a esa edad esa mezcla de sentimientos?
Reía porque ya le habíamos contado un poco, que cuando cae un diente luego viene el Ratoncito, de hecho, estaba ilusionadísimo, pero lo de «llorar», ¡de verdad!. No me lo podía creer, apenas le dolió, no se enteró, llegue a pensar en la opción de que tuviese miedo al propio Ratón, porque hay nenes que lo tienen.
Al momento me dice, todavía llorando:
¿Cuántos días faltan para salirme el otro?
¿Cuántos días voy ha estar así?
¡¡¡¡ESTOY FEO!!!
Se me vino abajo toda la alegría que yo manifestaba , pensando que era la misma que la suya, pobret .
Sin palabras, ¡lo que os decía!
Tras esta mezcla de sentimientos y de preocupaciones, y que en cuestión de manualidades me vengo arriba enseguida jijijiji, fue cuando decidí construir ( ya llevo unas cuantas jijiji), La puerta mágica del Ratoncito Pérez que os muestro.
Puerta por dónde ha de aparecer , escaleras para ayudarle a bajar, monedas con la cara del Ratoncito que son «galletas», certificados de dientes, carta personalizada….
Y como una imagen vale más que mil palabras, mirar la cara de Marcos cada vez que espera al Ratón Pérez .
¡Impaciente por que llegue!
Estas ya están preparadas para ser regaladas, que ilusión, estoy ansiosa por ver sus caras!!!
Deseo que os haya gustado!!!!
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